17.6.13

Marita Balla


1. Los autores construyen un andamiaje literario que supone trasladar el conocimiento de un ámbito cualquiera y su habla. La entonación o el acento está muy bien logrado en los entrerrianos, a lo lejos se puede reconocer esa melodía interna, ya sea desde un yo catatónico que logra resolverse en el poema o desde alguna determinada imagen subjetiva, en cualquiera de estas condiciones sólo el lector le otorga sentido.

Por otra parte, se sabe que los escritores en algún momento han dejado traslucir las inclinaciones literarias como un instante de transición o permanencia en el tejido poético.
Por ejemplo, la figura que impulsa la música interna llega desde los campos abiertos de la imaginación en líneas homogéneas (bien podríamos decir que el poema canta, nos desnuda, baila…)
Sin embargo la pregunta en términos genealógicos sin dudas marca su respuesta en el linaje del paisaje.

2. Decir sobre la fuente en lo particular es difícil, sin sentirse o en todo caso creer que está comprometida con lo real, pero puedo explicar que me impactan los pequeños gestos, la tremenda virtud de la humildad, el salto de fe y sustancialmente el amor en manifiesto, igual sostengo que el poeta no sabe bien el momento donde se enciende el designio que impulsa la escritura.

4.6.13

Martín Carlomagno


1. Los temas que convocan a los escritores de nuestra zona no creo que sean siempre los mismos, en algún momento el denominador común fue el paisaje, pero con el paso del tiempo los temas han ido mutando para bien y podemos decir que hoy nos encontramos frente a un escenario más diverso. Con todo lo que eso implica.

2. Uno es lo que leyó pero más que eso es lo que vivió, el medio, la sabiduría cotidiana. Aprender a mirar el tiempo, saber cuándo va a llover, escuchar el silencio, el ritmo de una nota que nunca logramos distinguir. La fuente es una herramienta más, el pensamiento es básicamente la construcción de una imagen. En cuanto a la tendencia nunca me llamó mucho la atención.

3. Recomendaría leer "Pan en el desierto" de Thomas Merton, el Capitulo II "Poesía, simbolismo y tipología" allí encontramos una mirada despojada sobre lo terrenal. El estado de quietud es contemplación y el poeta es ese pequeño invasor que puede encender la lampara del misterio.